jueves, 6 de noviembre de 2014

La MUERTE

"Muerte" palabra de seis letras, y tantos significados, según la RAE es la "Cesación o término de la vida". Para otros la muerte, es el destino final, donde finalmente se encuentra la paz eterna y el descanso de este mundo cruel. Muerte, esa palabra a la que todo el mundo teme. ¿Qué hay después de ello? ¿Queda pues algo, algo de lo que hemos dejado aquí en la tierra? ¿O todo desvanece, se hace pedazos, se disipa, no importa? 





Según Platón, filósofo griego, la muerte no debe de ser algo que se deba temer, pues es la simple separación del cuerpo y del alma, un cambio de espacio. Además enfatiza esto diciendo que al morir alcanzas la verdadera sabiduría
Para Platón, una vez la muerte llegaba, el alma era liberada de la cárcel del cuerpo hasta llegar a un lugar divino de las ideas.

¿Es pues verdaderamente la muerte algo que debamos temer? Yo, como creyente (protestante), es un tema que siempre me ha intrigado. Cuando lees las escrituras (la Biblia), se habla de que una vez que mueres, tu espíritu asciende a un mundo idealizado (el cielo), donde tus problemas y tus preocupaciones ya no existen y eres libre de todo dolor. En la Biblia, además, se anima a no temer a la muerte pues es la liberación del espíritu para que finalmente descanse y more con Dios.

En todo caso, sea lo que sea en lo que creas... Ten en cuenta que tu vida es un regalo, que el tiempo corre (tempus fugit) y no espera a nadie. Tal vez piensas que eres muy joven para morir, o tal vez muy viejo para seguir viviendo. Pero la verdad es que no sabemos cuando aparecerá la muerte, eso sí, sabemos que no podemos perder ni un instante. (carpe diem


                                 




martes, 4 de noviembre de 2014

Un poco de historia: San Agustín

San Agustín nace en Tagaste (actualmente provincia de Argelia) el 13 de Noviembre de 354. Crece en una familia con un padre propietario pagano, llamado Patricio y su madre Santa Mónica, siempre una mujer preocupada por el bienestar de su familia además de ser reconocida por la Iglesia como un ejemplo de mujer cristiana. Su madre será la que le enseña los principios básicos del cristianismo, y al ver cómo el joven se separa de sus creencias oraba constantemente con gran sufrimiento.



El hecho fundamental en la vida de Agustín son sus años de adhesión al dogma maniqueo, la preocupación que tiene éste del mal que arrastra durante toda su vida. Los maniqueos presentaban dos sustancias opuestas: la luz, la buena y las tinieblas, la mala. Según esta religión era necesario conocer los aspectos buenos y malos de cada hombre y vivir acuerdo con ello para alcanzar la salvación.

El tema principal de la Filosofía de San Agustín es la relación del alma con Dios. En la obra de sus Confesiones, plantea un diálogo entre la criatura y su Creador. Agustín defiende que si bien el encuentro del hombre con Dios se produce en el amor, Dios es concebido como verdad. Sólo si aceptamos esta verdad, puede el hombre acercarse a su propia esencia.